Hoy nuestra reseña nos lleva a la mas reciente exposición del artista Tomás Saraceno que se exhibe actualmente en el Palais de Tokyo, en París, Francia.
Biografía del Artista Tomás Saraceno es arquitecto, artista e investigador. Nace en Argentina y pasa su infancia en Italia. Realiza sus estudios superiores en Argentina, Italia y Alemania. En el 2009 participa en el programa Internacional de Estudios Espaciales del Ames Research Center de la NASA en Silicon Valley, California. Sus trabajo lo ha llevado a recibir el Premio Calder y la Residencia Calder, Saché, Francia; así como una residencia en MIT Centro de Arte, Ciencia y Tecnología (CAST) Cambridge, Estados Unidos y una residencia en el Centro Nacional de Estudios Espaciales (CNES), París, Francia.
Con tan sólo 45 años, sus investigaciones ya han sido exhibidas en Bélgica, Francia, Singapur, Alemania, Estados Unidos, Japón, Finlandia, Italia, Suecia, Reino Unido, Dinamarca entre otros países.
ON AIR es el nombre de la exposición de la cual hablaremos hoy. El Palais de Tokyo en su cliclo CARTE BLANCHE le cedió al artista todos los espacios del museo y el artista invadió cada rincón. La exposición se lleva a cabo como un trabajo en equipo que reúne una gran cantidad de colaboradores, instituciones científicas, grupos de investigación, activistas locales, visitantes, músicos, filósofos, y fenómenos celestes; combina ciencias, filosofía, poesía, arte, geometría logrando que el espectador experimente la vida desde otra perspectiva.
Comenzamos nuestro recorrido en la primera sala; nos esperaba un sala totalmente a oscuras, donde se encontraban una especie de cajas iluminadas, al menos solo la estructura de las mismas, antes de entrar, nos alertan que las cajas no están protegidas, están al aire libre y que por favor no las toquemos; al acercarnos a las cajas iluminadas, nos encontramos con telas de arañas, los patrones mas impresionantes que alguna vez hallamos visto. Geométricas, tridimensionales, infinitas, se entrelazaban y continuaban su camino, entendemos entonces que cada una había sido tejida por arañas reales, de distintas especies, la colaboración de ambas daba lugar a una obra de arte nunca vista y definitivamente a un nuevo lenguaje.
Seguimos avanzando y nos llama la atención un sonido melódico, suave, que variaba en volumen pero siempre en el mismo tono y nos encontramos con un hilo gigante de tela de araña; el artista instala un amplificador de sonido, y lo que escuchamos es la interacción entre el hilo y nuestra presencia, es decir, las ondas que producimos cuando nos movemos, nuestra respiración, las partículas de polvo que rozan con el hilo y producen música, que por supuesto solo logramos percibir gracias al amplificador. en este punto, ya nuestros sentidos se empezaban a abrir, nuestras limitaciones perceptuales empezaban a liberarse. Las reflexiones empezaban a aparecer.
-
- « Los encuentros son por naturaleza, indeterminados; nos transformamos impredeciblemente. »
-
- « No hay reglas en este juego, sólo provocaciones: para crear nuevas conecciones entre lo que percives y el marco de conocimiento que informa la comprension del mismo. Practicas lúdicas de observación pueden retar las historias que nos contamos. CREA TUS PROPIOS ENREDOS. »
-
- « Qué está implícito cuando compartimos un hogar con otras especies? »
Continuamos el recorrido y nos encontramos con pantallas con imágenes magnificadas de partículas de polvo rozando una telaraña donde inclusive podemos ver a la araña que la teje, también observamos a través de mapas interactivos los recorridos a nivel mundial de estas partículas, y reproducciones físicas gigantescas de las mismas, y comenzamos a entender que existen infinitas capas en el planeta, presencias inanimadas , otras formas de vida que para nosotros pasan desapercibidas y sin saberlo forman parte de nuestra vida. Entendemos que quizás en el universo también somos partículas de polvo microscópicas a la vez.
Después entramos en otra área de la exposición dedicada al reciclaje y al impacto ambiental, y entramos a una especie de globo gigante sin fisuras, hecho únicamente de bolsas plásticas, material reciclado una vez mas, nos sentimos pequeños, son miles de bolsas pegadas unas a las otras, que forman una escultura, un mosaico multicolor gigante y entendemos que parte de su investigación se basa en concientizar acerca del impacto ambiental y ademas te da una especie de guía de como construir tu propio globo de bolsas y material reciclado, exhibe a su vez los materiales y las teorías utilizadas para que el globo pueda inclusive volar.
Esto forma parte de un proyecto cuyo objetivo final es diseñar « un modelo de vida alternativo, que propone, por un lado, el uso de la energía del sol y la termodinámica de la Tierra para viajar por medio de esferas flotantes », y por otro lado, tomar conciencia de que la energía y los recursos son « circulares » y « flotantes ». Todo, señala el argentino, es « más simple de lo que uno podría imaginar », tanto como la constatación de que « cualquier piel llena de aire que se calienta por el sol empieza a flotar en determinado momento ».
Foto: Tomás Saraceno
Finalmente entramos en una sala donde experimentamos todo lo aprendido. el espacio es completamente blanco y muy iluminado, se experimenta una especie de vacío. En en encontramos hilos, gruesos, tensos e independientes que se cruzan sin tocarse y que forman algunos patrones. Es un espacio interactivo, cada hilo que tocamos produce sonido distintos, como una especie de cuerdas de guitarra gigantes. Todo nos quedamos inmersos en la música que produce en conjunto.
Durante el recorrido nuestra perspectiva cambia, pasamos de la oscuridad y silencio absoluto de la primera sala donde nosotros somos gigantes en comparación con las arañas y sus telas, y poco a poco nos vamos encogiendo hasta llegar al vacío, a la sala completamente blanca e iluminada, donde somos muy pequeños en comparación con todo lo que nos rodea.
La exposición concretiza las teorías y lleva al espectador a experimentar un “ecosistema en movimiento” o “coreografía polifónica”, palabras de la curadora Rebecca Lamarche-Vadel. Es imposible resumir o describir esta exposición, no solo por el tamaño, si no por la cantidad de información que recibimos al recorrerla, sin embargo, es concretamente una experiencia sensorial, intelectual, y totalmente diferente que en conjunto la hace única.
La exposición se mantendrá abierta hasta el 6 de enero del 2019 en el Palais de Tokyo, Paris, Francia. Para mas información pulse aquí
Navy blue mind 